📍 La nueva frontera de la inclusión
Si el siglo XX se definió por la alfabetización tradicional —aprender a leer y escribir—, el siglo XXI lo hará por la alfabetización digital. Saber usar un ordenador, navegar por internet o realizar trámites en línea ya no son habilidades opcionales: son, literalmente, la puerta de entrada a la participación ciudadana, la educación, el empleo y la vida social.
Pero, ¿qué ocurre cuando una parte importante de la población no cruza esa puerta?
En España, más de 17 millones de personas superan los 50 años. Son abuelos, madres, trabajadores con décadas de experiencia, ciudadanos activos que han construido el país tal y como lo conocemos. Y, sin embargo, muchos de ellos quedan hoy en riesgo de exclusión no por falta de capacidad o inteligencia, sino por no dominar las competencias digitales que el mundo actual exige.
La brecha ya no es solo generacional o geográfica. Es cultural, social y emocional. Y entenderla es el primer paso para cerrarla.
📊 España, un país que envejece (y se digitaliza demasiado rápido)
España es uno de los países más envejecidos de Europa: el 32% de la población tendrá más de 60 años en 2035, según el INE. Al mismo tiempo, el ritmo de digitalización de los servicios públicos, financieros y sociales avanza a toda velocidad: en 2024, más del 92% de los trámites administrativos podían realizarse exclusivamente en línea, y la banca digital ya supera el 80% de las operaciones.
El problema es evidente: mientras el mundo gira en modo digital, muchas personas mayores aún no disponen de las herramientas necesarias para girar con él.
Según el estudio Competencias Digitales desde los 50 años (Generación Savia, 2023):
- Solo el 54% de las personas entre 55 y 64 años afirman sentirse cómodas usando internet.
- El 38% de los mayores de 65 utiliza banca online.
- Más del 45% reconoce que ha necesitado ayuda externa para completar un trámite digital.
Estos datos no reflejan falta de interés, sino una deuda estructural: durante años, la alfabetización digital no ha estado pensada para quienes ya estaban en el mercado laboral o cerca de la jubilación.

💡 Competencias digitales: mucho más que habilidades técnicas
Cuando hablamos de “competencias digitales”, tendemos a pensar en cosas concretas: usar un ordenador, descargar una app o crear una contraseña. Pero reducirlo a lo técnico es un error. Las competencias digitales son, ante todo, herramientas de ciudadanía.
Permiten a las personas mayores:
- 🏛️ Participar en la sociedad: votar electrónicamente, expresar opiniones, unirse a movimientos sociales.
- 🩺 Cuidar de su salud: pedir citas médicas, acceder a historiales clínicos, participar en programas de salud preventiva.
- 🏦 Gestionar su economía: controlar sus cuentas, solicitar ayudas o subvenciones.
- 📚 Aprender y crecer: acceder a cursos, conferencias, museos o bibliotecas virtuales.
- 🧑🤝🧑 Mantener vínculos: comunicarse con familiares y amigos, incluso a miles de kilómetros de distancia.
En otras palabras, dominar lo digital no es solo cuestión de “modernizarse”. Es una forma de mantener la autonomía, la independencia y la dignidad personal.
🧓 La resistencia al cambio: una barrera más emocional que tecnológica
Muchos discursos tienden a culpar a las personas mayores de su “resistencia al cambio”. Pero esa narrativa es injusta y simplista. La realidad es que la mayoría de los mayores sí quieren aprender, pero se enfrentan a tres grandes obstáculos:
- Miedo: el temor a equivocarse, perder información o ser estafados genera ansiedad.
- Lenguaje técnico: los tutoriales, interfaces y procesos están diseñados para jóvenes familiarizados con la jerga tecnológica.
- Falta de acompañamiento: gran parte de la formación digital está orientada a la juventud o al entorno laboral, no a las necesidades reales de un adulto mayor.
Estos factores no son señal de falta de voluntad, sino de un sistema que no ha sabido incluir a este colectivo en la revolución digital.
📚 El nuevo alfabetismo: aprender a pensar digitalmente
En el siglo XIX, no saber leer significaba quedar fuera de la vida pública. Hoy, no saber usar herramientas digitales tiene el mismo efecto. La alfabetización digital no se trata solo de usar dispositivos, sino de entender cómo funcionan, cómo influyen en la sociedad y cómo utilizarlos con sentido crítico.
Las competencias digitales más importantes para mayores de 50 no son únicamente técnicas. Son cognitivas, sociales y estratégicas:
- 🧠 Pensamiento crítico digital: saber distinguir entre información real y desinformación.
- 🔐 Conciencia de la privacidad: entender qué datos personales se comparten y cómo protegerlos.
- 🤝 Competencias colaborativas: trabajar en entornos digitales, participar en comunidades virtuales.
- 🛠️ Capacidad de adaptación: aprender nuevas herramientas a medida que cambian las tecnologías.
Esta nueva alfabetización es, en realidad, una extensión natural de lo que las personas mayores ya saben hacer: pensar, analizar, comunicarse, adaptarse. La diferencia está en el medio.

🏙️ Exclusión digital: un problema con consecuencias reales
La exclusión digital no es una abstracción. Tiene consecuencias concretas que afectan directamente a la calidad de vida:
- 🏥 Salud: dificultad para acceder a servicios médicos o a información sobre tratamientos.
- 💶 Economía: riesgo de exclusión financiera al no poder operar con la banca digital.
- 🧑⚖️ Derechos: pérdida de oportunidades por no poder participar en procesos públicos o trámites administrativos.
- 🫂 Relaciones: aislamiento social por no poder comunicarse fácilmente con familiares y amigos.
Cada una de estas barreras tiene un efecto acumulativo que puede conducir a la exclusión social. Por eso, la alfabetización digital no es un lujo para las personas mayores: es un derecho.
🌍 Europa y España: avances, pero aún camino por recorrer
La Unión Europea ha reconocido la alfabetización digital como uno de los ocho pilares de las competencias clave para el aprendizaje permanente. En España, planes como el Plan Nacional de Competencias Digitales (2021) o el programa España Digital 2026 han empezado a poner el foco en los colectivos vulnerables, incluyendo a las personas mayores.
Sin embargo, muchas de estas políticas siguen siendo demasiado generales o centradas en el ámbito laboral. A menudo falta lo más importante: programas adaptados al ritmo, lenguaje y necesidades de los mayores.
Algunas iniciativas locales —como las aulas de alfabetización digital en centros cívicos, los cursos intergeneracionales o los voluntariados tecnológicos— han demostrado ser eficaces. Pero aún son insuficientes frente al tamaño del reto.
🤝 El papel de la comunidad: enseñar también es cuidar
La alfabetización digital de las personas mayores no es solo responsabilidad de los gobiernos. Requiere una implicación activa de toda la sociedad:
- 🏫 Centros educativos: integrando programas intergeneracionales que permitan a jóvenes enseñar a mayores.
- 🏛️ Administraciones públicas: simplificando el lenguaje y el diseño de sus servicios digitales.
- 💼 Empresas: garantizando que sus plataformas sean accesibles y fáciles de usar.
- 🤲 Familias y comunidad: acompañando con paciencia y celebrando cada pequeño avance.
Cada clic aprendido no es solo una habilidad adquirida: es un acto de inclusión, un gesto de respeto y una inversión en la cohesión social.
🔮 Mirando al futuro: del “yo no puedo” al “yo también”
Las generaciones mayores no están condenadas a quedar al margen de la transformación digital. De hecho, en muchos casos, pueden liderarla desde un enfoque humano, ético y sostenible que a menudo falta en la cultura tecnológica actual.
Para lograrlo, es fundamental cambiar el discurso: dejar de hablar de “adaptación obligatoria” y empezar a hablar de derecho a participar plenamente en la era digital.
Porque al final, la tecnología no debería dividirnos por edad, sino unirnos por capacidades.
Y la verdadera innovación no consiste en crear herramientas más sofisticadas, sino en asegurar que todas las personas, sin importar su fecha de nacimiento, puedan utilizarlas para vivir mejor.
🧭 Alfabetizar digitalmente es empoderar
Las competencias digitales son mucho más que habilidades: son un lenguaje, una llave, un puente.
Para las personas mayores de 50, dominarlas no es solo aprender a usar un dispositivo; es recuperar el control sobre su vida cotidiana, reforzar sus vínculos, ejercer sus derechos y abrir nuevas oportunidades.
España está en un momento decisivo. El envejecimiento de la población no es un problema: es una oportunidad para construir una sociedad digital verdaderamente inclusiva, donde la experiencia y la innovación vayan de la mano.
En ABARKA ONGD creemos que la transformación digital será justa solo si es para todos. Y eso empieza por reconocer que la alfabetización digital no es el final del camino, sino el comienzo de una nueva etapa: una etapa en la que cada clic representa un acto de libertad.
✍️ Clotaire Ntienou
Director Operativo – ABARKA ONGD
📚 Fuentes y recursos
- INE – Proyección de población y envejecimiento en España (2024)
- Generación Savia – Competencias Digitales desde los 50 años (2023)
- Plan Nacional de Competencias Digitales – Ministerio de Asuntos Económicos (2021)
- España Digital 2026 – Gobierno de España